ISABEL BORRUEL ORTIZ
Nuestra generación, esa generación formada que tiene que emigrar con la esperanza de obtener un trabajo, aprender un idioma, y finalmente mejorar.
Muchos tienen la esperanza de volver pero reconocen que ahora no es el momento. Mientras los que se quedan acceden a trabajos temporales no cualificados y mal remunerados, en los que la lista de requisitos se hace interminable. Pero la pregunta que no pueden dejar de hacerse es ¿Qué pasara cuando en un futuro vaya a una entrevista de trabajo acorde con su perfil pero en la que no pueda mostrar ningún tipo de experiencia relacionada?, exceptuando claro esta las famosas becas. ¿Qué pasara cuando se encasille tanto en un campo que no es el suyo, que su perfil ya no se adapte a lo que requieran? ¿Qué pasara cuando opte al puesto gente recién licenciada y una persona que termino la carrera hace años y además no tiene experiencia?
¿Cuál es la respuesta a estas preguntas? En el mejor de los casos valoraran que hayas seguido trabajando ¿pero esto te permitirá acceder a un puesto que en otro momento hubiera debido ser tuyo?
¿Dónde quedan los años en los que mientras estudiábamos aceptábamos becas mal remuneradas para tener experiencia? ¿Dónde queda el valor de las notas obtenidas con nuestro esfuerzo? ¿Dónde queda tanta esperanza, ilusión y ganas?
Lo reconozco; tengo miedo, miedo a que mis años de estudio no hayan servido para nada, miedo a tener que renunciar a mi vocación por la situación actual, miedo a dar cualquier paso que me aleje (más aun) de mis objetivos, miedo a encasillarme en una profesión que no es la mía.
¿Cómo podemos ser nosotros el futuro de España, cuando no tenemos claro nuestro futuro?
Ánimo Isabel, hay que seguir intentándolo. Un saludo
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Cuanta razon…
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