Es difícil para mi, como cada año, valorar objetivamente cada película que veo, puesto que la preferencia por actores y directores es imposible de disimular cuando tengo la tarjeta de puntuación delante.
En este artículo hablaré de dos películas de la edición decimosexta del Festival, cuyas tramas me han parecido, para empezar al menos impresionantes.
Comencé la semana con «Ayer no termina nunca», película de Isabel Coixet. Lección de realidad, sufrimiento y distintas pero iguales formas de llevar una misma situación, por desgracia, de actualidad.
Protagonizando el film, Candela Peña, ganadora de la Biznaga de plata a mejor actriz ex aequo, y Javier Cámara. Fue muy interesante ver a estos dos grandes actores en un crudo diálogo que los llevaba al borde de los sentimientos y que hacía al público identificarse con su historia. Me parece un ejemplo de buen cine, con inmejorable actuación y mejor dirección, sin olvidarme del director de fotografía, Jordi Azategui, ganador de la Biznaga de plata a la mejor fotografía premio Deluxe.
Sólo tengo un «pero» para esta película, y es la falta de ritmo escénico. Debido a la larga duración del film y a la falta de movimiento hay momentos en los que el espectador puede desvincularse del argumento.
Desde mi punto de vista, la última escena, soberbia, le da todo el sentido al argumento.
La otra película que quiero destacar es Stockolm, definida por algunos como un » secuestro atípico».
Dirigida por Rodrigo Sorogoyen , protagonizada por Aura Garrido, ganadora de la Biznaga de plata a la mejor actriz y Javier Pereira .Rodada en sólo 15 días , esta película contó con un presupuesto de 60.000 euros sacado de los bolsillos del propio elenco, familiares y amigos.
La película transcurre en una sola noche, definitiva para ella y totalmente normal para él. Durante todo el film los personajes van introduciendo al espectador en lo que parece un final evidente, pero cuando la película acaba, la sorpresa impresiona.
Es imposible evitar comentarla durante largo tiempo cuando la has visto, y es interesante debatir sobre las distintas conclusiones a las que cada persona subjetivamente llega.
En este caso, sin peros, la película me pareció espectacular.
Sólo me queda decir que espero con ganas la edición próxima, seguro que merece la pena dejar pasar un año imaginando con que me sorprenderá esta vez el séptimo arte.