A pesar de que a veces la fotografía se considera como algo banal, es una fuente muy importante que nos da una gran cantidad de información siempre que realicemos una lectura adecuada, en palabras del autor Boris Kossoy (1), es necesario “escudriñar las fotografías de manera crítica, indagadora y cuestionadora”
No debemos aceptar las fotografías como una verdad, sino como un momento puntual que alguien ha querido capturar, ya sea de forma consciente o inconsciente. El fotógrafo es el que capta el momento, elije el lugar los personajes, el ángulo en el que se toma la fotografía, la luz, y el conjunto de estos hechos hace que la fotografía no sea objetiva.
“Una fotografía vale mil palabras», sí, señala el novelista estadounidense William Sorayan, «solamente si una mira la imagen y dice o piensa mil palabras” como señala Kossoy, por lo que el historiador debe conocer el contexto, el momento, la motivación, la espontaneidad del contenido, para hacer una verdadera lectura histórica.
Este autor plantea en primer lugar, hacer una ampliación de la información alrededor de la imagen, analizar la estética de la foto y hacer una interpretación iconográfica y una interpretación iconológica (La iconología es la rama de la simbología y de la semiología que estudia las denominaciones visuales del arte, se diferencia de la iconografía en que esta tiene por fin la simple descripción de imágenes, mientras que la iconología las estudia en todos sus aspectos, las compara y las clasifica).
Como ejemplo de esto podemos hablar de la mítica imagen del beso entre Breznev y Honecker durante el aniversario de la fundación de la República Democrática Alemana, convertido en referente del comunismo, y utilizado como propaganda en la Alemania del Este que en realidad se trataba de una práctica habitual.
Otro ejemplo sería la fotografía mítica de Ernesto Guevara, el Che. La imagen real fue tomada en el entierro de las victimas de la explosion de La Coubre por Alberto Diaz (Korda), actualmente nos resulta conocida la version modificada (un retrato).
5 comentarios sobre “La Fotografía como fuente para la Historia”