Hace casi un año (12 de agosto de 2013), que falleció en Barcelona a los 84 años el gran fotógrafo; Oriol Maspons. Y pese a que nunca recibió el Premio Nacional de Fotografía, su trabajo formará parte de nuestra memoria.
Oriol Maspons nace en Barcelona el 22 de noviembre de 1928, retrató durante la década de los cincuenta la atmósfera entre la posguerra y el despegue económico de España. Posteriormente desarrolló su labor fotográfica en los ámbitos de la moda, la arquitectura, la publicidad, la ilustración gráfica y el retrato. Oriol Maspons se mantuvo siempre al margen de los patrones socioculturales del régimen franquista y llegó a afirmar que lo que más le gustaba era «ser políticamente incorrecto». Maspons formó parte de las vivencias de la Gauche Divine, un espacio de renovación estética e intelectual, de libertad y creatividad sin precedentes, que se situó al margen del luto social que tiñó la España franquista.



Maspons durante los dos años que vivió y trabajó en París a mediados de los cincuenta, entró en contacto con el modelo de reportaje de Cartier Bresson y la agencia Magnum, característica del momento de esplendor de las revistas ilustradas, Paris Match, Elle o National Geographic. Además, en París escribió para la revista especializada AF sus entrevistas a grandes fotógrafos (Brassai, Cartier Bresson, Robert Doisneau o Guy Bourdin), a quienes igualmente fotografió. En 1957, de regreso a Barcelona, alternó la moda y la publicidad con el reportaje para la Gaceta Ilustrada. Un año después, el Museo de Arte Moderno de Nueva York adquirió tres fotografías suyas para el fondo permanente de autores y, en 1959, Gran Bretaña le distinguió como mejor fotógrafo del año.

Manspons fué capaz de retratar las dos caras de la España de la época. Pasando por la España más pobre y profunda, hasta decenas de retratos de personalidades, desde Dalí a la Ibiza hippy de los 70.


En estos momentos, parte de su obra se conserva en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), con el que firmó un convenio a finales del año 2010, por el que la institución se quedaría con una colección de unas 1.500 copias en papel originales realizadas entre los años 50 y finales de los 80.