Durante varios post hemos profundizado en el trabajo de documentación que acarrean las producciones históricas y hemos llegado a la conclusión de que cuanto más profundo sea el trabajo de documentación más se acercaran las series . Pero si analizamos la relación entre CINE e HISTORIA desde otra perspectiva ¿podemos considerar el Cine como una fuente para la Historia?
El cine visto por los historiadores
Como señala Sand Shlomo en su “Epílogo metodológico” dentro de la obra Visto y no visto: El siglo XX en pantalla(1) la reacción de la corriente tradicionalista ante el cine como fuente para la historia duda de su aportación al conocimiento, pero ante la importancia que ha ido adquiriendo la imagen, los historiadores se han tenido que rendir ante esta forma de cultura no escrita. El interés por el cine como documento llamará la atención de los historiadores a través de las imágenes de guerra pero su inclusión en la historia no llegaría hasta los sesenta. El historiador Marc Ferro, muy influenciado por Annales, sería el primero en usar el cine como herramienta para hacer historia dentro de su estudio sobre la revolución rusa. Marc Ferro tratará las películas como un elemento que aporta información sobre el autor y los elementos ideológicos, políticos etc, no como una obra de arte o una estética, hace también una lectura entre líneas.
El cine como fuente histórica: Superman.
Lo que ocurre con esta fuente como con otras es que no puede tratarse a la ligera. Si la prensa se considera subjetiva, el cine será la fuente más subjetiva de todas por todo lo que conlleva detrás: un guión, una producción, un director. El cine siempre es una manipulación, un interés, aunque se trate de un documental o una película de ficción. Un ejemplo claro de la subjetividad cinematográfica son las películas de Superman de finales de los años 70 y los 80. A primera vista simplemente se trata de una película de un superhéroe del cómic, venido de otro planeta, salvador del mundo y salvador de la chica. Si analizamos la película y la época en la que están rodadas las películas, podemos ver esa intencionalidad de la que debemos percatarnos, el ir más allá. Las películas de Superman están filmadas entre los años setenta y los años ochenta, época de la Guerra Fría. Si uno se fija bien siempre que Superman salva a alguien aparece la bandera de los Estados Unidos y la escena final suele aparecer Superman junto a una bandera enorme. Esta intencionalidad de la que hablamos se hace evidente en la cuarta entrega de la saga cuando Superman decide postularse como intermediario para terminar con la guerra nuclear y al final del film llega a la conclusión que deben ser los políticos los que solucionen el problema.

Esta manipulación y subjetividad de las fuentes cinematográficas es lo que verdaderamente les da importancia como documento, el que de un simple anuncio, corto, película de animación, etc, se pueda sacar mucha información. En el caso de las películas de Superman podemos ver ese sentimiento patriótico y la idea de «el mundo libre» que se forjó durante la Guerra Fría.
Y ya no solo es importante lo que está detrás de la película, sino que podemos hacernos eco de como se vestían, peinaban, que comían etc en el tiempo en el que está rodado el film. Además nos permitirá registrar hechos más fáciles de asimilar gracias a las imágenes y ser testigos de parte de la historia aunque sea en una mínima parte.
(1) SHLOMO SAND (2008) Visto y no visto; El siglo XX en pantalla. Barcelona: Critica.
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