En sus comienzos, en Oriente, las impresiones se conseguían oprimiendo el papel con un trozo de madera contra el bloque entintado. Los primeros impresores occidentales utilizaron prensas mecánicas de madera. Los impresores orientales que utilizaron tipos móviles los mantenían unidos con barro o con varillas a través de los tipos móviles los mantenían unidos con barro o con varillas a través de los tipos. La primera fundición de tipos móviles de metal se realizó en Europa hacia mediados del siglo XV; se imprimía sobre papel con una prensa.
El gran logro de Gutenberg fue el desarrollo de un método que permitió fundir letras con dimensiones precisas, la fecha aproximada de dicho invento fue el año 1450, este avance en la impresión contribuyó sin duda de forma decisiva a la aceptación inmediata del libro impreso como sustituto del libro manuscrito. A los libros impresos antes de 1501 se los conoce como los incunables.

Su primera obra impresa con este sistema fue la Biblia. En el período comprendido entre 1450 y 1500 se imprimieron más de 6.000 obras diferentes. El número de imprentas aumentó rápidamente durante esos años y fueron cambiando las prensas primitivas, pasando a automatizarse las máquinas de imprimir, así como a la par fue evolucionando la fabricación y producción de papeles. Hacia 1800, los avances en el mundo de la impresión hicieron hincapié en aumentar la velocidad.
A finales del S. XIX los equipos se perfeccionaron, permitiendo reducir de manera drástica el tiempo necesario para componer un libro en comparación con las labores manuales.

Desde los años sesenta del S.XX, los avances en la fotografía y la electrónica han revolucionado la impresión. Los nuevos materiales sensibles a la luz, como los fotopolímeros, han creado superficies de impresión duradera por medios fotográficos y no mecánicos. Los sistemas informáticos permiten fabricar con rapidez películas para transferir imágenes a cualquier superficie de impresión. Incluso se obtienen impresiones o grabados directamente por medio de máquinas que utilizan ciertos tipos de rayo láser o agujas de diamante.
A pesar de que los medios de comunicación actuales, como la radio, el cine y la televisión, han restado protagonismo al libro, éste continúa siendo el principal medio de transmisión de conocimientos y la principal fuente de aporte cultural del individuo.
Después de siglos de historia en los que los materiales han ido evolucionando, encontramos que lo último en libros son los ebooks, con la utilización de tinta electrónica, que con su disminución de costos de producción y distribución, permite hacer accesible el conocimiento de textos, y da mayor acceso al libro electrónico a discapacitados motores y/o visuales.