Los archivos fotográficos históricos tienen un gran valor documental que pueden ayudar a investigadores y curiosos a conocer visualmente la historia. Además gracias a la liberación de derechos de autor y la digitalización podemos descargarnos algunas de ellas.
Archivo fotográfico de Telefónica
Se trata de una colección única e irrepetible, compuesta por más de 12.000 fotografías que incluye imágenes realizadas desde 1924 hasta los comienzos de la década de los años 30.
La Fototeca del Patrimonio Histórico
La Fototeca del IPCE está integrada por más de 700.000 documentos fotográficos cuya cronología abarca desde la década de 1860 hasta la actualidad y cuya temática refleja las transformaciones de nuestro Patrimonio Cultural desde los inicios de la fotografía.
En el caso de las colecciones más antiguas se dispone de los negativos originales, aunque la Fototeca cuenta también con un destacado volumen de positivos de época.
El conjunto es de extraordinario valor documental y sus fondos se encuentran en continua expansión. Su procedencia y forma de crecimiento es doble:
- Mediante la adquisición por parte del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a través de compras o aceptación de donaciones.
- Mediante la propia aportación del IPCE, que incrementa de forma continuada sus repertorios fotográficos como parte del proceso de documentación y archivo de sus proyectos de restauración y conservación de bienes culturales desde 1962.

Para más información sobre los fondos pinchar aquí.
Con más de 22 mil fotos, en la parte dedicada a fotografía de la Biblioteca del Congreso de EEUU encontrareis grandes joyas de la fotografía y de la historia. Además fue una de las impulsoras del proyecto The Commons (del que ya os hablamos es este post) por lo que todo su contenido es fácil de encontrar en la red.
Dentro de su colección de arte, su archivo fotográfico se compone de 72 mil imágenes digitalizadas. La ventaja que nos ofrece la colección del museo holandés es que con simplemente registrarnos en su web podemos descargar las imágenes e incluso modificarlas.
Buena cosa, Patricia, flicitaciones por el texto.
Me gustaMe gusta