¿Conoces el origen de la expresión «Resistencia Numantina»?

ALEXEI GALLEGO

Casi todos los españoles sabemos que existió una ciudad en la antigüedad denominada Numancia, y que de esa ciudad procede la famosa frase “resistencia numantina”, pero pocos conocen los hechos de porque se ganaron esa fama. Nosotros vamos a contarlo por partes e intentando ser breves.

¿Dónde estaba Numancia? Numancia era una ciudad celtíbera que estaba situada en el Cerro de la Muela, la actual Garray, provincia de Soria. Tenía una superficie de 8 hectáreas y en ella vivían cerca de 2.000 numantinos

¿Quiénes eran los numantinos? Los numantinos pertenecían a la tribu prerromana de los arévacos, asentados en varias ciudades en el Sistema Ibérico. Para los romanos, las tribus y pueblos del norte de Iberia (Hispania) eran denominados celtíberos. Numancia es la ciudad más famosa de los arévacos, puesto que es la ciudad celtíbera más nombrada en los textos antiguos.

¿Cuándo se produjo la guerra? Entre 154 a.C. y 133 a.C, año de la caída de Numancia a manos del cónsul romano Publio Cornelio Escipión Emiliano Africano menor Numantino.

¿Por qué entraron en guerra contra Roma? Numancia entró en guerra contra Roma por defender a la tribu de los belos de Segeda. Una razón bastante injusta y así queda patente con la frase célebre del poeta e historiador romano Lucio Anneo Floro «A decir verdad, de ninguna otra guerra fue tan injusta la razón, así de esta forma Numancia fue arrastrada a la guerra».

Sabiendo estos datos vamos a contextualizar de manera breve. Durante el siglo II a.C. Roma estaba en pleno apogeo y deseaban ampliar las fronteras de su República. Iberia (Hispania) era un destino interesante para los romanos, puesto que era una tierra con mucha riqueza (ganadería y agricultura, minería, comercio de salazón…). Así que dispuestos a conquistar Iberia, los romanos entraron en guerra con distintos pueblos de la península, produciéndose las Guerras Celtíberas.

Tras la primera guerra (193 – 179 a.C.), las derrotadas tribus de belos y titos, firmaron distintos pactos de paz en los cuales debían pagar un tributo anual y prestar servicio militar en las legiones, además tenían prohibido amurallar las nuevas ciudades, y a cambio disponían de cierta autonomía.

En 154 a.C los belos ampliaron la fortificación de su capital, Segeda, aunque exactamente no incumplían el tratado con Roma, los senadores romanos se lo tomaron como una afrenta y una amenaza para sus intereses futuros, por lo que enviaron al cónsul Marco Fulvio Nobilior con un ejército de 30.000 legionarios para ajustar cuentas con los segedenses. Éstos al enterarse de la presencia de los romanos cerca de su ciudad, la abandonaron y fueron acogidos por los numantinos, empezando así la Segunda Guerra Celtíbera.

En la actualidad, esta Guerra tiene mucha mayor trascendencia a nivel mundial que otras llevadas por Roma, puesto que hicieron cambiar el calendario romano, dejándolo como hoy en día lo conocemos. El año romano comenzaba en el Idus (día 15) de marzo, cuando se nombraban los cónsules anuales y otros cargos políticos, de este modo cuando querían empezar una batalla ya había transcurrido gran parte del verano y la climatología comenzaba a ser adversa para los legionarios, y beneficiaba a los nativos. Roma se vio obligada a adelantar su calendario a las kalendas (día 1) de enero y así poder empezar la guerra a mitad de primavera.

Durante casi 20 años los romanos lucharon contra los numantinos, pero estos conseguían repeler los ataques de manera continua. Los bravos numantinos resistieron hasta que se cruzó en su camino el ya nombrado Publio Escipión Emiliano, el destructor de Cartago años antes. Este tomó medidas distintas a sus predecesores y en vez de entrar en combate en tierra hostil, lo que hizo fue construir un muro que rodeaba Numancia para después asediarla. En seis meses, y sin prestar batalla, la ciudad cayó en manos de Roma y fue destruida.

No obstante, los numantinos mostraron valor y coraje, algo que ha quedado patente en la historia universal. Durante casi 20 años Numancia peleó y aguantó heroicamente contra el poderoso ejército romano, y lo hizo para defender su libertad, es por eso que esta ciudad es conocida como un símbolo de resistencia. Y de ahí la famosa frase “resistencia numantina”. 

Alexei Gallego ha colaborado en otras ocasiones con «El Documentalista Audiovisual» con artículos como; la serie sobre Cinematografía incluida en el Patrimonio Audiovisual de la Humanidad por la UNESCO o La evolución de la equipación de los jugadores de fútbol.

Actualmente esta desarrollando un nuevo proyecto; un crowdfunding que tiene por objeto la impresión del primer volumen de INMORTVI NVMANTIAE: Los muertos vivientes en Numancia, una novela gráfica que reescribe la guerra entre Numancia y la República de Roma, 153 y 133 a.C., donde se mezcla el género histórico y el subgénero zombi.

Desde El Documentalista Audiovisual os animamos a participar ¡No os lo perdáis!

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Publicado por El Documentalista Audiovisual

El Documentalista Audiovisual es un equipo de trabajo dedicado a la búsqueda gestión de derechos de material de archivo en producciones audiovisuales. Bajo esta marca, Isabel Borruel y Patricia Wert, hemos desarrollado un proyecto de formación y consultoría en documentación audiovisual.

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