Hoy vamos a compartir con vosotros una entrevista que hemos realizado a Juan Sánchez, documentalista que ha trabajado en múltiples producciones y gran conocedor del cine español. No sin antes agradecerle su disponibilidad y cercanía.
Háblanos un poco de ti
Desde niño me gustó mucho el cine, pero no solo como espectador, también quería conocer ese mundo por dentro y soñaba con trabajar en él. Viviendo en Málaga no lo tenía fácil y lo único que se me ocurrió fue matricularme en la escuela de Arte Dramático. En esos años trabajé allí con distintos grupos de teatro independiente, hasta que decidí venirme a Madrid donde hice algunas cosas pequeñas en cine y televisión. Pero no disfrutaba tanto como disfruto ahora con los trabajos que hago como documentalista.

¿Cómo comenzaste a trabajar en producciones audiovisuales?
Llegué al mundo de la documentación de forma casual, era muy aficionado al cine, la música, la fotografía y tenia pequeñas colecciones de revistas, películas… pero todo era en plan hobby.
Conocí a Diego Galán a finales de los 80 y supongo que vio que yo tenía, aparte de algunos conocimientos, mucho interés por el cine español y cuando puso en marcha con TVE “Queridos cómicos” me ofreció la posibilidad de trabajar con él. Se trataba de una serie de documentales sobre figuras del espectáculo en la que se entrevistaba al personaje y se realizaba un recorrido por su vida usando imágenes personales, de prensa, fragmentos de películas, etc. Para mí fue la oportunidad de volcarme en la investigación sobre el pasado cinematográfico español, algo que me apasionó.
La serie empieza en los años 30 con Imperio Argentina, y cubre hasta los 90. La actriz más actual que se entrevistó fue Ángela Molina.
En este proyecto trabajé junto a dos documentalistas de TVE, María José González Vallés y Laura Mañas, y un asesor experto en cine, Francisco LLinás. Mientras se realizaban las entrevistas, yo acudía diariamente a la Hemeroteca Municipal de Madrid para revisar revistas de cine, sobre todo trabajé con Primer Plano y Triunfo, aunque también consulté en un momento dado Cinegramas (para conseguir información sobre Imperio Argentina dado que era de los años 30) o Fotogramas para otras épocas posteriores. Durante unos 6 meses revise página por página anotando anuncios, entrevistas, estrenos etc.… en un cuaderno,. Todavía los tengo guardados, si ese desglose estuviera informatizado seria una herramienta increíble.
Con esta información se realizaba una selección de lo más importante y el equipo de rodaje se trasladaba a la Hemeroteca y rodaba las páginas de las revistas y luego se integraban en el montaje aquellas que tenían interés para el documental.
Para trabajar en este tipo de programas es muy importante realizar un desglose de la entrevista, para conocer qué ha contado el entrevistado y poder documentar lo que mencione (premios, secuencias de las películas, etc.) u otros hechos. La serie consta de 23 capítulos con lo que fueron otras tantas entrevistas o más las que hubo que apoyar con documentación.
¿Cuál nos recomendarías?
Yo destacaría el de Imperio Argentina, el de Amparo Rivelles o el de Carmen Sevilla, ya que son muy entretenidos y abarcan mucha historia del cine español. En el caso de Carmen Sevilla hay una película llamada “La cera virgen” que fue emitida en TVE en esos años y yo la grabe, esta tenía un pequeño desnudo de Carmen Sevilla y cuando fui a la Filmoteca para marcar el fragmento seleccionado, descubrí que había dos versiones, ya que en la copia de la Filmoteca no se veía el pecho.
¿Te encargas de gestionar derechos?
Normalmente de localizar propietario y pedir permiso, se encargaba producción. Esta labor es complicada pues, aunque en algunos casos lo regalan, a veces piden cantidades astronómicas y hasta puede que no quieran que se use. Pero estas son las excepciones.
Hoy en día hacer una película con material de archivo resulta complicado porque el presupuesto se dispara. En el caso de “Queridos cómicos” el archivo de TVE resultó un apoyo, pues, aunque nos centramos sobre todo en su trayectoria cinematográfica, también teníamos en cuenta sus trabajos más importantes para Televisión Española o en teatro.
Creo que hay algún problema de derechos pues no se ha repuesto en TVE desde hace mucho tiempo, aunque a veces usan fragmentos de las entrevistas para otros programas y por ejemplo en Cine de Barrio he visto bastantes de los montajes fotográficos realizados para Queridos Cómicos.
Para realizar la selección de las fotografías, iba a casa de los protagonistas donde me enseñaban las fotos para seleccionarlas. Concha Velasco me enseño todas sus fotos y las comentó conmigo. En otros casos las seleccionaban ellos mismos.
¿Qué fue lo siguiente que hiciste?
La productora COM4HD en colaboración con TVE realizo otra serie de documentales denominada “Otras miradas”, con un formato parecido a “Queridos cómicos” pero con directores de cine como Juan Antonio Bardem, Pedro Olea, Gonzalo Suarez, Pedro Almodovar, o Julio Medem.
El trabajo era similar, la entrevista se hacía mientras se proyectaba en unas pantallas fotos de las películas. Para esto tuve que buscar fotocromos y fotos publicitarias de las mismas. Normalmente realizaba un listado y acudía a tiendas de coleccionismo para ver que material podía encontrar. Prefería pagarlo yo y así me lo quedaba, con lo que me he creado una colección bastante curiosa.
Luego surgieron otras cosas más puntuales como el largometraje “Sombras y luces: cien años del cine español” dirigido por Antonio Giménez Rico. En este caso me pidieron imágenes míticas del cine español y claro con el bagaje que traía de “Querido Cómicos” ya tenia muchas en mente: Aurora Bautista en tal momento, Sara Montiel en este otro…
Posteriormente trabajé con Diego Galán, en un documental sobre Pilar Miro, producido por TVE, cuya aportación en este caso fue muy importante, dada la cantidad de trabajos que ella hizo en TVE, aparte de haber sido su directora general. El caso de este documental fue más complicado, ya que no tenía la guía de la entrevista con el personaje y no sabes que secuencia o que momento de algunas entrevistas de archivo escoger, y el director querría ver todo lo que hay que elegir porque tienes un límite de minutos para pedir en TVE.
Volví a trabajar con Diego Galán en el documental Elio Berhanyer, maestro del diseño. En este caso obtuvimos algunas cosas del fondo de TVE y el diseñador también nos pasó bastante material.
¿Qué reto te supuso trabajar en “Con la pata quebrada”?
En este proyecto se intentó contar como el cine español ha representado a la mujer, con fragmentos de más de 150 películas y el apoyo en algunos casos de la voz en off. Era un reflejo de la sociedad española desde los años 30 hasta el presente. Para el proyecto en un principio había la idea de realizar algunas entrevistas pero al final se hizo solo con fragmentos de películas y algunas imágenes documentales.
Hubo que buscar cosas muy concretas para algunas partes y es verdad que internet ayuda mucho, te permite localizar y comprar cosas que de otra forma no hubieras encontrado y también contactar con entidades fácilmente. En cuanto a las películas, yo las visionaba y mandaba al director una breve descripción del fragmento marcado y minutado. Al mismo tiempo él también visionaba otras películas y estábamos muy en contacto.

Al tener mucho archivo puedo visionar bastante en casa, y dado que lo compagino con un trabajo, eso me facilita las cosas pues no tengo que estar pendiente del horario de la Filmoteca o TVE. Para un documental como «Con la pata quebrada» puedes encontrar algo en cualquier película, pero tienes que verlas y oírlas. Por ejemplo encontré en la película “Los maridos no cenan en casa” una escena en la que las mujeres cantan una canción muy divertida en contra de los hombres que Diego incorporó al montaje. Esta película no tiene ninguna importancia en la historia del cine español pero para el documental aportó algo muy bueno.
En el programa versión española se puede consultar el coloquio previo a la emisión de con la pata quebrada, pero no la película porque supongo que no tienen los derechos correspondientes
¿Qué trabajo te ha resultado más difícil?
«Con la pata quebrada» era un reto pues no contaba con una guía. En los otros documentales te guiabas a través de las entrevistas, estabas documentando su vida, su biografía, en este había que inventar esa narración audivisual y no siempre sabes lo que le va a gustar al director. Creo que la complicidad que tengo con Diego ayudó a que trabajara en la línea que él quería pero a veces también daba palos de ciego y me equivocaba.
Actualmente estoy trabajando con Diego Galán en otro documental en esta línea y ha coincidido con otro encargo de “El País” para su 40 aniversario que también está relacionado con el cine español. Así que a veces buscando cosa para uno de los trabajos he encontrado algo para el otro.
Pero para este tipo de trabajos tienes que verte las películas casi a tiempo real. Por ejemplo en una película de los años 80 hablan (en plan de coña) sobre la liberación del hombre, que tiene que saber vivir sin la mujer… algo muy curioso y divertido. Si no lo oyes no lo encuentras porque visualmente son solo dos hombres hablando.
¿Qué fuentes de información consideras imprescindibles?
La prensa de la época, sitúa a los personajes y a las películas en su momento, los contextualiza. En el caso de Carmen Sevilla o Sara Montiel en “Queridos cómicos” podías hacerte una idea de lo importantes que fueron solo viendo la cantidad de portadas que protagonizaron.
En España el NO-DO es una fuente muy importante de información aunque hay cosas que no aparecen.
Para el montaje de Ay Carmela que se hizo en 2013, me pidieron material de la época de la Guerra Civil para realizar una serie de proyecciones como parte de la escenografía. Entre lo que ví, me llamo mucho la atención una portada de la revista “Crónica” de enero de 1936 en la que un grupo de sonrientes chicas deseaban feliz año a todos los españoles, el contraste de la misma con lo que sucedió poco después en España me impactó bastante.

¿Usas imágenes libres de derechos?
Cuando las hay, si.
Me encargaron un audiovisual sobre cine y moda cuando se inauguro el Museo de la Moda en Madrid. Había poco presupuesto y teníamos apenas dos o tres semanas para hacerlo por lo que tuve que aprovechar lo máximo posible algunas películas libres de derechos, combinándolas con las imágenes de otras por las que había que pagar con el fin de ir compensado. Por ejemplo usamos 30 segundos de “Funny face” porque era carísima y debíamos equilibrar el presupuesto y el tiempo con otras que no costaban nada.
El audiovisual empezaba en la época del cine mudo y terminaba en los años 60, y aparecían muchos vestidos míticos del cine: el vestido blanco de Marilyn Monroe en «La tentación vive arriba«, el de Rita Hayworth en «Gilda«, Audrey Hepbrun aparecía en varios momentos… Yo tenía una película inglesa, que había comprado 10 años antes en VHS, en la que aparecía un desfile de moda de una diseñadora de los años 50 que era muy llamativo, al contactar con ellos resulto que era baratísima, lo que fue una alegría pues nos ayudó en esa necesidad de ahorrar.
¿Has digitalizado tu archivo?
He digitalizado casi todos los vídeos que tenia y ha sido un trabajazo. Tenía vídeos por todas partes y el VHS ocupa mucho espacio, por lo que el cambio de formato fue alivio.
Tengo muchos discos, películas, fotos y revistas pero casi todo centrado en el cine.
¿Qué es lo primero que haces cuando tienes un nuevo proyecto?
Lo primero que hago es revisar mi archivo y ver que tengo sobre eso, así puedo mostrarlo al director directamente.
Si lo tengo, una parte del trabajo ya está hecho, y luego miro que se puede conseguir. Por ejemplo en el documental de Elio Berhanyer, se mencionaba que había hecho el vestuario para un espectáculo con Merche Esmeralda. La localicé en una escuela de flamenco y me dejó un video del espectáculo que digitalicé y del que le regalé una copia. Ella quedó muy contenta y nosotros también ya que fue una aportación interesante.
En otros momentos he tenido que realizar incluso entrevistas, para lo que he procurado documentarme muy bien antes.
El mayor problema aparece al gestionar los derechos económicos, es frustrante cuando algo que va muy bien para lo que estamos haciendo tiene que salir porque no se consiguen los derechos.
Las películas pueden llegar a ser muy caras, 1500 euros el minuto o fracción así que si usas dos fragmentos muy cortitos de momentos distintos se dispara el presupuesto.
Cuando está la maqueta del documental montado y empiezan las gestiones, en algunos casos hay que buscar imágenes para sustituir las que son problemáticas por tema de derecho o por no existir copias en buenas condiciones. Ahora el tema del cine español está muy centrado en Enrique Cerezo que es propietario de muchísimas películas.
¿Qué es Cinema Oh! Culto? ¿Cómo surgió la idea? ¿Cómo seleccionáis las películas?
Hablaba con amigos de películas difíciles de visionar y me pedían copias, y hablando con Paco Clavel decidimos hacer una proyección de una de ellas, «La tercera luna», así que se lo propusimos al propietario de Siroco que aceptó en seguida.
Para esta primera proyección localicé a la protagonista de la película en facebook y le pedí que acudiera y el “invento” funciono muy bien, así que decidimos hacerlo más veces.
Programar la película significa buscar a gente que haya participado en ella, con la duda de donde podemos encontrarlos y si querrán venir.

No es el único ciclo de cine en el que has participado. ¿También seleccionaste las películas para un ciclo de cine musical español en Platea en 2015, no?.
Me llamaron de Platea ya que querían imágenes de películas libres de derechos para proyectar en unas pantallas para recordar que antes había sido el cine Carlos III. Les propuse hacer unas sesiones de cine y entraron en contacto con VideoMercury (Enrique Cerezo) en donde se mostraron interesados en colaborar. Seleccionamos cuatro películas musicales de su catálogo y fue curioso que una de ellas, “Tuset Street” protagonizada por Sara Montiel, se había estrenado en el cine Carlos III, así que fue como un reestreno. Para la proyección de esta contraté a Sandra, el travesti que imita a Sara Montiel en la película “La mala educación” de Almodovar e hizo unos playback. Fue todo un poco extravagante pero gustó a muchos de los asistentes aunque creo que no tanto a los dueños de Platea.
Otra que proyectamos fue el musical ”Diferente” que es la primera película española que deja entrever el tema de la homosexualidad. Contacté con Mel Castán, un bailarín que había trabajado con Alfredo Alaria, protagonista y co-director de la película. Este bailarín me mandó un listado sobre las indicaciones que les daba para maquillarse, lo leí antes de la proyección e hizo mucha gracia ya que el maquillaje era muy exagerado. Al final Castán no pudo venir pero me puso en contacto con una bailarina que había trabajado con Alaria que sí estuvo con nosotros.
También junto a Paco Clavel, organizamos un ciclo de cine musical español en la filmoteca con una exposición de portadas de discos.
La verdad es que disfruto mucho dándole vida a mi archivo.
¿Cómo ves el futuro del documentalista en el cine?
Creo que bien porque se están haciendo muchos trabajos documentales, el documental está viviendo un buen momento. El problema lo veo en la gestión de los derechos, quizás deberían tener en cuenta a qué va destinada esa imagen que pides ya que no es lo mismo usar unas imágenes para publicidad que para ilustrar una historia o apoyar un documental.
Por otro lado, aunque trabajes para otras personas, hay veces que te planteas hacer algo sobre temas que te interesen especialmente a tí, aunque es complicado sacar un proyecto adelante. Pero creo que hay que intentarlo al menos.