Basándonos en el trabajo de Elena de la Cuadra y Juan Carlos Marcos Recio «Cabeceras de series de ficción: símbolo y documento«, hoy queremos analizar las cabeceras de algunas series actuales que a través de imágenes simbólicas nos hacen intuir sin darnos cuenta la temática de la serie que amos a ver.
Como señalan de la Cuadra y Marcos Recico: «La cabecera es un fragmento de poca duración (generalmente menos de un minuto), que presenta la serie al espectador; es común a todos los episodios, y en ella se suelen mostrar imágenes de personajes, situaciones y escenarios que representan al conjunto de la serie, acompañadas de los títulos de crédito con el título de la serie y, habitualmente, los principales responsables del equipo técnico y artístico.»
En los últimos años las cabeceras de las ficciones norteamericanas han evolucionado a la vez que las propias series dejando a un lado los usuales créditos acompañados de la imagen del personaje en favor de una sucesión imágenes simbólicas.
En este pequeño estudio queremos analizar series de televisión de diferentes géneros y temáticas en las que a pesar de la ausencia de los personajes, las imágenes y la música nos da una idea de lo que vamos a ver.
House of cards (2013). Netflix
Drama político basado en una miniserie de la BBC de 1990 del mismo nombre.
House of cards narra la carrera política de Francis Underwood (Kevin Spacy), un político implacable que se servirá de cualquier artimaña para alcanzar el éxito en su carrera profesional. Como podemos observar la cabecera se compone de planos generales de la ciudad de Washington y contrapicados de algunos edificios. Los planos tienen un movimiento lento que recalcan la importancia de los edificios y monumentos pero el tráfico y el cielo van a una velocidad de vértigo. Además de esto, a la vez que avanza el vídeo las sombras y la oscuridad se ciernen rápidamente sobre los edificios hasta hacerse de noche y terminar con un plano general del Capitolio donde vemos el título de la serie y otro de la ciudad donde vemos el Monumento a Washington. Simplemente con estas imágenes ya nos hacemos una idea de la temática de la ficción: Edificios emblemáticos de la ciudad, los símbolos del poder, que van oscureciéndose, nos dan la idea de un poder que se vuelve oscuro. A lo que debemos añadir una melodía donde predominan los sonidos bajos que sugieren intriga.
Orange is the new black (2013). Netflix
Tragicomedia basada en el libro autobiográfico de Piper Kerman, que relata sus memorias sobre la vida en la cárcel.
No es difícil adivinar parte de la trama de la serie a través del minuto y medio que dura la cabecera. Esta cabecera se compone de tres elementos fundamentales: primerisimos primeros planos de ojos y bocas de diferentes mujeres, planos detalle de elementos relacionados con la cárcel (unas manos esposadas, unas huellas, un uniforme de la cárcel, un cartel de visitas sobre una valla de metal o un alambre de espino) y la canción de la cabecera. La utilización de primerísimos planos nos hace experimentar a los espectadores una cercanía que posteriormente veremos en la serie que, a pesar de que se centra en el personaje de Piper Chapman, siempre suele contarse la historia de una de las presas profundizando en los detalles que le ha llevado hasta prisión.
Fringe (2008). Fox
Serie de Ciencia Ficción.
Lo curioso de la cabecera de esta serie es que a lo largo de sus cinco años de emisión ha tenido siete diferentes. Si nos quedamos solamente en la parte visual parece que el único cambio que se produce es el color de la cabecera y a veces la tipografía, pero si nos paramos a leer las palabras que van apareciendo son diferentes en cada una de ellas. Fringe es una serie que juega continuamente con el espacio-tiempo por lo que a través de sus cabeceras avisa al espectador en que espacio o tiempo se va a desarrollar el capítulo. Además de esto, aparecerán una serie de símbolos desde el principio que iran cobrando sentido a lo largo de la ficción, por lo que ya desde el principio la cabecera era parte de la serie y no una simple presentación.
Breaking Bad (2008). AMC
Drama.
Breaking Bad narra la historia de Walter White, un profesor de química con problemas económicos a quien le diagnostican un cáncer de pulmón inoperable. Para pagar su tratamiento y asegurar el futuro económico de su familia comienza a cocinar y vender metanfetamina, junto con Jesse Pinkman , uno de sus antiguos alumnos. A simple vista parece que una cabecera de 16 segundos nos proporciona muy poca información, pero si analizamos la imagen en distintos fremes podemos ver:
- Que aparece la palabra «meth» junto a la fórmula de la metamfetamina, C10H15N, y su peso molecular de 149.24.
- Que aparece una tabla periódica de las que salen los símbolos del Bromuro y Bario para escribir Breaking Bad.
- Al final con el nombre completo de la serie aparece una ristra de humo.
Como podemos ver con sólo 16 segundos sabemos que la serie trata sobre metanfetamina, su fabricación química y sus consumidores. Además gracias al fragmento musical podemos intuir dónde se desarrollará la acción.
A modo de conclusión queremos recalcar la evolución de las cabeceras a lo largo de los años. Ya no presentan simplemente a los actores y al equipo técnico sino que forman parte de la ficción tanto por su contenido como por su estética. Como señalan Elena de la Cuadra y Juan Carlos Marcos Recio «La cabecera se convierte así en un nuevo documento audiovisual, representativo de la serie que encabeza».
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